La tecnología está desempeñando un papel clave en los tiempos de la pandemia en que debemos, entre otras cosas, adaptarnos a nuevas formas de trabajo.

Tradicionalmente, la industria de TI ha buscado desarrollar productos y servicios orientados al futuro. La crisis de Covid-19 nos obliga a actuar con urgencia, aquí y ahora. En el contexto actual, la industria tampoco puede considerarse a sí misma como una tabla de salvación. Gobiernos, empresariado y consumidores considerarán, y reconsiderarán, con mirada crítica, qué pueden y qué no pueden hacer los productos tecnológicos por ellos, qué importa realmente, qué es útil y qué no lo es. Esta reevaluación de las expectativas tiene profundas implicaciones para las empresas tecnológicas, que también tendrán que reconsiderar sus estrategias de productos y políticas. El resultado debería ser una oportunidad para realizar mejoras significativas en los productos existentes.

Estos tiempos de crisis imponen una necesidad urgente de pensar y actuar de manera diferente. Mentes brillantes de la industria tecnológica ya están ocupándose de ello, y estoy seguro de que veremos los beneficios de su creatividad y su innovación. Cuando las cosas vuelvan a la normalidad, la importancia y relevancia de los planes de contingencia y servicios habilitados por la tecnología deberían ser evidentes.

Por ello, las semanas y meses venideros serán determinantes, entre otras cosas, para el teletrabajo y la colaboración a distancia. Constituirán un formidable experimento en tiempo real que revelará las verdaderas ventajas y desafíos de las herramientas y tecnologías existentes. Si funcionan bien, podrían terminar volviéndose sustancialmente más importantes en los activos del trabajador medio, incluso después de esta crisis.

Desde la perspectiva del usuario, aprovechar activamente los nuevos tipos de herramientas de conectividad y colaboración a distancia disponibles en la actualidad es parte de la solución para hacer frente a la situación.

Héctor Pizarro, Redactor Latam, Diario TI